Storytime: cuando nos perdimos en medio del monte de noche y creíamos que tendríamos que llamar al 112

     Aunque mis amigos y yo llevamos cerca de 10 años haciendo senderismo en Mallorca a la mínima que se puede, uno a veces se confía y comete errores. El nuestro no nos iba a costar nada, pero bajo nervios o con menor experiencia, el resultado podría haber sido fatal. Con nuestra calma y conocimientos, al final lo pasamos bien y todo, pero temíamos tener que acabar llamando a emergencias.


¿Qué paso?

  • Nos cayó la noche en plena ruta "de forma inesperada", en medio del bosque. No había nadie más y la población más cercana a nosotros estaba a 30 min-1 hora de camino.


¿Cuáles fueron nuestros fallos?

  • Nos entretuvimos más de lo esperado por el camino.
  • Conocíamos la ruta (desde un punto de visto teórico) pero no investigamos la orografía, así que esos 15km que queríamos hacer (e hicimos!) requirieron más tiempo del esperado. 

¿Qué nos permitió avanzar y volver a la civilización?

  • Mantener la mente fría: conocíamos el tipo de fauna y flora de nuestro entorno y teníamos 2 teléfonos con batería, por lo que sabíamos que teníamos muchas posibilidades de seguir nuestro camino sin riesgo alguno. Sabíamos que volver atrás no era una opción viable ya que llevábamos más de medio camino.
  • Como he dicho, conocer el ecosistema: sabemos de sobra que ahí donde estábamos no hay ni plantas ni animales peligrosos, de hecho solo encontramos dos ovejas que nos dieron un susto al escuchar cómo se movían entre las hierbas (definitivamente, quítale a una persona el sentido de la vista en un ambiente así y todo asusta). Lo más peligroso que había eran unos acantilados, que quedaban a bastantes metros del "camino" para que supusiera un peligro en sí, pero a ciegas no sería difícil desviarse a donde uno no debe.
  • A riesgo de repetirme, tener dos móviles con batería para usar sus linternas. Solo usamos uno de los dos. Un camino de 30-60 min se convirtió en un trayecto de hora y media, pero salimos del paso.
  • Las señales no oficiales: había zonas en los que los caminos se desdibujaban y era casi imposible orientarse, y las señales oficiales eran escasas, por lo que nos encontramos en esplanadas repletas de árboles y sin caminos claros buscando señales no-oficiales como montoncitos de piedras o puntos rojos pintados con pulverizador en las rocas.

¿Qué hicimos al terminar?

  • Nos tomamos un chocolate caliente con un trozo de gató.

Comentarios

Entradas populares